En este post te contamos cómo la pandemia ha afectado al sector turístico y cómo éste se ha transformado para hacer frente a todas las dificultades que ha encontrado en el camino hacia la nueva normalidad.
El turismo durante el Covid-19
El turismo es una de las industrias más potentes del mundo. Antes del coronavirus, ocupaba el tercer puesto en el ranking de volumen de exportaciones, tan solo por detrás de la industria de productos químicos y combustibles. No obstante, también es una de las industrias más vulnerables, como hemos podido ver con la pandemia y las consecuencias que ha tenido en el sector turístico.
En 2019, la industria mundial de viajes tuvo una contribución al PIB mundial de más de 9,258 trillones de dólares en concepto de viajes y turismo. Se estima que la cifra de personas que viajaron el 2019 rondaría los 1,46 mil millones de personas.
Sin embargo, en 2020, con la llegada del coronavirus la industria sufrió un duro golpe y estas cifras se desplomaron. La pandemia supuso la imposición de restricciones de viajes por parte de los gobiernos, con la intención de reducir la propagación del virus a nivel mundial. Además, muchas familias perdieron sus trabajos con la pandemia y se vieron más limitados económicamente, teniendo que renunciar, entre otras cosas, a viajar.
Viajar y el “nuevo turismo”: retos y oportunidades del sector
Aunque es cierto que los viajeros, en cuanto ha podido salir, han respondido y lo han hecho, la realidad es que estos viajes han sido muy diferentes a lo que estábamos acostumbrados a ver. Los turistas han cambiado mucho durante los meses de la pandemia y, ahora, sus gustos, expectativas y necesidades son muy diferentes. Es por ello por lo que el sector deberá reinventarse y adaptarse a este nuevo turista más exigente, agudizando su imaginación para poder salir adelante.
A continuación, os dejamos algunos de los retos y desafíos que tendrá el sector ante este “nuevo turismo”.
- Evaluar el impacto de nuestra actividad: Todas las decisiones deben estar basadas en datos. El sector turístico deberá trabajar su capacidad de reinicio y empezar desde cero, olvidando casi por completo el turismo que existía antes de la pandemia y tratando de construir un nuevo modelo. Este nuevo modelo deberá tener muy en cuenta los datos sobre el impacto del turismo en la sociedad y el medio ambiente, así como qué es lo que el turista demanda.
- Conocimiento e innovación, nuevas tecnologías: Los avances tecnológicos en curso se deben ir incorporando a todos los procesos de esta industria. La digitalización ya no es una opción sino una necesidad. El coronavirus ha acelerado esta nueva forma de trabajar y entender el consumo y el mundo. Internet cobra más importancia que nunca: es el escaparate de destinos turísticos y empresas del sector.
- Digitalización y teletrabajo: La incorporación de nuevas tecnologías es clave para crear más y mejores puestos de trabajo, consiguiendo así una industria más operativa y capaz de responder ante problemas. Para ello, se vuelve imprescindible el reciclaje de los profesionales, un cambio de mentalidad que les permita adaptarse a la nueva realidad. El teletrabajo, que tan de moda ha estado en todos los sectores durante estos meses, se trasladará también al turístico, permitiendo a los profesionales que realicen sus tareas desde casa siempre y cuando sea posible. Un ejemplo podrían ser los agentes de viajes, que podrán organizar, gestionar la logística y vender los viajes teletrabajando. Al mismo tiempo, se abre una ventana para algunos alojamientos para ofrecer estancias por horas para aquellos que quieran teletrabajar en sus instalaciones.
- Inversión: Tanto la innovación como la formación de los trabajadores implica realizar una inversión. Las inversiones necesarias tienen que apostar por la creación de centros de innovación turística, incentivos y programas formativos y talleres para pymes, que pongan en contacto a empresas nuevas, multinacionales, líderes, inversores y gobiernos para promover una colaboración público-privada.
- Sostenibilidad, cambio climático y afectación al turismo: El sector turístico es altamente vulnerable al cambio climático y, al mismo tiempo también contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero, una de las causas del calentamiento global. Por lo tanto, la resiliencia del sector tras la pandemia deberá pasar por una aceleración de la acción por el clima en el turismo. Esto supone incrementar los esfuerzos por medir y reducir las emisiones de CO2 del turismo, acelerar la descarbonización de las operaciones turísticas y comprometer al sector turístico en la eliminación de carbono. Además, cada vez más, encontramos a un turista preocupado por la sostenibilidad y con preferencia por el turismo sostenible y responsable. El sector tendrá que adaptarse a esta nueva tendencia para lograr satisfacer las expectativas de los viajeros.
- Cambios en la demanda y hábitos del viajero (experiencias): Como ya hemos mencionado, el nuevo turista postpandemia es completamente diferente y demanda cosas nuevas. Es cierto que el sector turístico nunca ha vendido productos como tal, pero ahora más que nunca, las experiencias cobran especial importancia. Las empresas turísticas deberán comenzar a diseñar y vender experiencias 360 grados, convenciendo al turista de que le está ofreciendo algo muy superior a un producto, algo que necesita vivir y nunca olvidará.
- Seguridad de los viajeros, tranquilidad y seguros de viaje: La pandemia ha venido acompañada de una gran sensación de incertidumbre e inseguridad para todo el mundo. Por eso, ahora más que nunca, los viajeros quieren sentirse seguros y tener la tranquilidad de que todo su viaje va a salir bien. Enfermar, tener un accidente o dar positivo en Covid están convirtiéndose en las principales preocupaciones de los viajeros. Ya se ha comenzado a observar un aumento en la tendencia de los viajeros a contratar seguros para sus viajes. Estos seguros deberán ser revisados y preparados a la medida de los viajeros, garantizándoles la seguridad y tranquilidad que necesitan y ofreciéndoles, por ejemplo, la posibilidad de cambios en el viaje o reembolso ante situaciones inesperadas o causadas por el coronavirus.
- Crisis energética: A las consecuencias de la pandemia se ha sumado, en los últimos meses, la crisis energética que está teniendo lugar en Europa por el desorbitado incremento en el precio de la electricidad. El sector tendrá que reinventarse y buscar soluciones para que estos altos precios no supongan pérdidas.
- Calidad, reputación y diferenciación: Los turistas se han vuelto mucho más exigentes. La oferta turística es casi infinita y, por ello, el viajero tiene un poder de decisión muy alto. Esto significa que el sector deberá mejorar su reputación y diferenciación si quiere que los turistas lo elijan como primera opción. La calidad del servicio cobra más importancia que nunca.
Una oportunidad de transformación del sector
Cada uno de estos retos se convierte en una oportunidad para el sector turístico. Una oportunidad de reinventarse, de renacer y de transformarse en algo mejor, más demandado y deseado.
Aunque no cabe duda de que el turismo ha sido uno de los sectores más afectados por la pandemia, su resiliencia está logrando que, poco a poco, se vaya recuperando y adaptando a los cambios, aprovechando también las nuevas oportunidades que se han puesto en su camino.
Además, esta transformación no sólo será beneficiosa para el turismo, sino que también será positiva para el medio ambiente y la sociedad en su conjunto.