Los super poderes del Autogas
¿Te imaginas conducir un coche que no solo cuida tu bolsillo, sino también el medio ambiente? Si aún no has oído hablar del Autogas, prepárate para sorprenderte. Este combustible alternativo está revolucionando…
En este post, definiremos qué es la dependencia energética, resumiremos las claves para entenderla y qué consecuencias tiene, conoceremos cuál es la dependencia de España y plantearemos los retos de futuro que presenta el modelo energético actual.
La dependencia energética puede definirse como la cantidad de energía primaria que un país necesita importar para poder abastecerse, ya sea en forma de calor, electricidad o para el transporte.
Por lo tanto, estamos hablando de la dependencia que tiene un país del exterior para poder obtener toda la energía que este consume. Esto puede tener consecuencias, en primer lugar, en el suministro energético del país, pero también en su economía y desarrollo. Así, las principales consecuencias de una alta dependencia energética son las siguientes:
Según los últimos datos proporcionados por el Instituto Nacional de estadística (INE) de España, la dependencia energética del exterior de nuestro país se sitúa en aproximadamente un 73-74%. Así, en España apenas se produce un tercio de la energía que se consume. Por ejemplo, en 2019, España ha importado productos energéticos por un valor de 45.000 millones de euros, lo que supone un coste energético muy elevado para el país.
Del mismo modo, recientemente, Miriam Bueno, subdirectora general de Prospectiva, Estrategia y Normativa del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha presentado el Balance Energético de 2019, Perspectivas y Planes de Reactivación de España. El balance ha sido elaborado por el Club Español de la Energía (ENERCLUB), entidad privada con el objetivo de contribuir a la mejor comprensión de los diferentes temas relacionados con la energía, con la colaboración del Ministerio. Este balance señala que la demanda energética primaria en España ha disminuido en casi un 3% en 2019, mientras que la demanda energética final se ha reducido, aproximadamente, en un 1%. Sin embargo, esto sigue siendo insuficiente.
Esta dependencia energética del exterior de España, además de las consecuencias que puede provocar en el suministro energético y en la economía del país, es también insostenible ya que se basa, sobre todo, en el petróleo. Más de la mitad del consumo final de energía procede productos petrolíferos, altamente contaminantes, seguido de la electricidad, en gran medida producida a partir de energía nuclear.
Estos datos sitúan a España como uno de los países de la Unión Europea más dependientes energéticamente hablando, ya que la dependencia energética media de la UE es de un 53%. En relación a ello, el borrador actualizado del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 del Gobierno de España prevé que, a pesar de las acciones y políticas que se quieren llevar a cabo en materia de energía en España, la dependencia energética española del exterior será aún del 61% en 2030. Aunque esto resulta una mejora considerable, España queda aún lejos de la media europea.
La dependencia energética y el alto consumo energético de los países, no solo de España, es uno de los mayores retos que se presentan para hacer frente a la transición energética y al cambio climático.
Tanto es así que el estudio World Energy Outlook de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) de 2017 pronostica un incremento de la demanda de energía para 2040 del 30%.
Por este motivo, el futuro pasa por una reducción del consumo de la energía mediante la optimización de recursos y la mejora de la eficiencia energética. Del mismo modo, resulta imprescindible transformar y descarbonizar el sistema energético para que la fuente de la energía consumida sea cada vez más renovable mediante energías como la solar, la eólica, la hidráulica o los biogases como el biopropano.
Al mismo tiempo, para hacer frente a la dependencia energética e intentar reducirla, los países deberían basar su modelo energético en:
En este sentido, España tiene un gran potencial de desarrollo de energías renovables gracias a su climatología, muy favorable para la obtención, sobre todo, de energía solar y eólica. Por lo tanto, es esencial potenciar la investigación y el desarrollo de todas las fuentes renovables.
De este modo, si hablamos de retos de futuro, la innovación, el desarrollo tecnológico, el fomento del ahorro energético y las energías renovables y el compromiso de todos los actores implicados, sociedad, gobiernos y sector privado, serán claves para garantizar una transición energética justa y eficaz y reducir así el consumo y la dependencia energética de los países.
Desde Primagas estamos 100% comprometidos con la creación de un futuro sostenible basado en fuentes de energías renovables. Por ello, y bajo nuestro objetivo de desarrollar soluciones cada vez más renovables, traemos a España de forma exclusiva el biopropano, un biogás altamente eficiente de origen renovable.