Cómo protegerse durante una DANA
Con la llegada del otoño, es común que se presenten fenómenos meteorológicos como las DANA, que pueden traer consigo lluvias intensas y fuertes vientos. Desde Primagas queremos que estéis preparados y…
El gas es, a día de hoy, uno de los suministros energéticos más utilizados en nuestro país. Tanto el gas natural como el gas licuado son alternativas energéticas compatibles con las necesidades de calefacción, agua caliente sanitaria y cocina. Precisamente, por su carácter multifuncional y por su elevado poder calorífico, muchas personas lo escogen como fuente de abastecimiento energético principal.más utilizados en nuestro país. Tanto el gas natural como el gas licuado son alternativas energéticas compatibles con las necesidades de calefacción, agua caliente sanitaria y cocina. Precisamente, por su carácter multifuncional y por su elevado poder calorífico, muchas personas lo escogen como fuente de abastecimiento energético principal.
Así, en los meses más fríos del año, el gas se convierte en uno de los grandes aliados para conseguir una temperatura agradable en el hogar.
Pese a que los consumos de calefacción se intensifican en estas fechas, lo cierto es que con una correcta gestión y con un consumo responsable podrás evitar que tu factura de gas sufra grandes incrementos.
Si hace unas semanas os dábamos 10 consejos para ahorrar energía en casa, en este post vamos a compartir contigo algunos consejos y te contaremos cómo ahorrar en calefacción.
Una de las acciones indispensables para obtener el máximo rendimiento y ahorro con tu calefacción de gas es extraer, periódicamente, el aire acumulado de los radiadores. Es necesario purgar los radiadores al menos una vez al año para evitar que se acumulen pequeñas burbujas de aire que puedan dificultar la circulación del calor. La formación de estas burbujas obstaculiza el proceso y, por tanto, requiere tener la calefacción encendida durante más tiempo para lograr la temperatura deseada. Llevar a cabo una buena limpieza de los equipos también es importante, ya que la suciedad también podría generar una barrera térmica.
Instalar una caldera adecuada también resultará fundamental para el ahorro. Aunque las calderas de bajo consumo suponen una inversión inicial mayor, con el tiempo comprobarás que las facturas se reducirán notablemente. Son equipos más eficientes y, por tanto, son capaces de generar la misma energía consumiendo menos gas. Por otro lado, es importante prestar atención a la revisión periódica de la caldera para conocer su estado y comprobar su correcto funcionamiento.
Aunque a veces resulta una acción bastante habitual en la rutina diaria, cubrir los radiadores con ropa húmeda para que seque o para calentar las prendas es un error que puede aumentar notablemente tu factura de gas. Al cubrirlos con prendas u otros objetos (muebles, objetos de decoración…) estarás formando una barrera térmica y los radiadores tendrán que trabajar más para llegar a calentar el aire de la casa. Si quieres ahorrar en calefacción, evita llevar a cabo estas prácticas.
Aunque algunas personas son más frioleras que otras, lo cierto es que mantener una temperatura en casa entre los 19 y los 21 grados es lo más adecuado para ahorrar energía. Por las noches la temperatura ideal es de 16º, lo que implica, además, un ahorro del 13%. Es preferible mantener una temperatura constante cuando se está en casa para conseguir un mayor ahorro, ya que poner la calefacción muy alta o tenerla encendida cuando no hay nadie en el hogar supondrá un incremento notable en la factura.
Lo más habitual es tener, al menos, un radiador en cada habitación de la casa, pero muchas veces hay estancias que apenas se utilizan. Para evitar consumos mayores y desperdicio energético, es recomendable apagar los radiadores de esas habitaciones que no utilizamos. Con esta medida conseguirás evitar sobrecostes indeseados en tu factura de gas.
La diferencia que existe entre la temperatura exterior y la del interior de una vivienda con calefacción es muy grande. En este contexto, debes saber que el calor tiende a expandirse hacia los espacios más fríos. Un buen truco para evitar que el calor se escape a través de puertas y ventanas es apostar por un buen aislamiento. Poner burletes, alfombras o esterillas en el hueco entre la puerta y el suelo es una acción recomendable. En el caso de las ventanas, si son de doble cristal, la pérdida de energía se puede reducir hasta un 50%.
Aunque en invierno cueste más abrir las ventanas y enfrentarse al frío, es necesario ventilar la casa. Lo más adecuado es abrir las ventanas por la mañana con las persianas subidas durante unos 10 minutos. Así se evitará ventilar al medio día o por la tarde, cuando el hogar ya cuenta con calor acumulado. Si el frío entrase con la casa ya caliente, se requerirá un gasto de energía extra para recuperar la temperatura confortable.
Otro de los trucos para ahorrar en calefacción es utilizar de forma provechosa las persianas y las cortinas. Es importante mantener las persianas subidas en días soleados para que los rayos del sol también ayuden a calentar la casa. El uso de cortinas, además, es un aislante de calor en las ventanas, protegiendo que no se escape tanto calor por ellas y que no entre el frío del exterior.
No es una de las soluciones más estéticas pero sí un remedio muy adecuado para ahorrar entre un 10% y un 20 % en el gasto de calefacción. Colocar paneles reflectantes detrás de los radiadores es un gran truco para que el calor no se acumule en la pared y así se disperse con mayor facilidad por la habitación, consiguiendo así que el espacio se caliente antes.
Uno de los trucos más antiguos y que, sin embargo, muchas veces olvidamos es el hecho de utilizar prendas cálidas en casa. Es aconsejable encender la calefacción solo cuando el frío es demasiado evidente. Siempre que se pueda paliar el frío utilizando ropa de abrigo como jerséis o sudaderas, es mejor prescindir de la calefacción.
En la actualidad, el ahorro energético es una de las principales preocupaciones de los usuarios, tanto por el ahorro económico que ello supone en sus facturas como por su impacto medioambiental.
Como has podido comprobar, basta con un simple cambio de hábitos y con algunos trucos para maximizar el calor generado por la caldera. Poniendo estas medidas en práctica podrás ahorrar entre un 10 y un 40% en tu factura de gas.
Con un menor consumo energético estarás, además, reduciendo tu huella de carbono y contribuyendo a mejorar la salud del planeta. ¡Merece la pena intentarlo!
Y tú, ¿ya aplicas medidas para ahorrar en calefacción? Déjanos un comentario en este mismo post y trasládanos tus trucos para reducir tu factura de gas y construir un hogar más sostenible. ¡Muchas gracias!
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