Cómo protegerse durante una DANA
Con la llegada del otoño, es común que se presenten fenómenos meteorológicos como las DANA, que pueden traer consigo lluvias intensas y fuertes vientos. Desde Primagas queremos que estéis preparados y…
Generalmente, durante el verano, la electricidad es la energía con un mayor consumo; mientras que otras como el gas pasan a un segundo plano. Sin embargo, esta última se sigue utilizando para el agua caliente o la cocina. Por ello, en este post recogeremos algunos trucos y consejos para lograr también un ahorro energético y económico en verano.
Una buena forma de reducir tu consumo en aire acondicionado es ventilar la casa durante las primeras horas de la mañana o durante la noche, cuando la temperatura exterior es más fresca. Del mismo modo, puedes optar por usar ventiladores cuando aún no hace demasiado calor y es posible ventilar la casa de esta forma. Por ejemplo, mediante ventiladores de techo, una opción ideal para enfriar una habitación entera cuando tu casa ya está equipada con ellos, o mediante ventiladores portátiles, de bajo coste y disponibles en cualquier lugar. Igualmente, si combinas los ventiladores con el aire acondicionado podrás ajustar la temperatura del aire para reducir su consumo.
Intenta mantener una temperatura constante, entre 24 y 22 grados para no aumentar considerablemente el gasto energético y ajusta tu aire acondicionado con un termostato. A pesar de que cuando lleguemos a casa después de un día de mucho calor, lo que apetezca sea poner el aire acondicionado al máximo, utilizar un termostato es una mejor opción. Si dispones de un termostato programable podrás ajustar un control de la temperatura en tu casa mientras no estás o programar que se encienda o se apague cuando desees. Así no desperdiciarás el aire si la casa va a estar vacía durante mucho tiempo.
Si lo que queremos es mantener nuestra casa con un ambiente fresco, deberemos evitar que el sol entre por nuestras ventanas durante los momentos más calurosos del día, ya que ello calentaría nuestra casa y consumiríamos más en aire acondicionado. Para hacerlo, además de bajar las persianas o cerrar las cortinas, también puedes usar toldos.
Utilizar ollas a presión o usar una cocina de gas en lugar de una de resistencia eléctrica, vitrocerámica o placas de inducción son algunos de los trucos que te permitirán ahorrar energía durante cualquier época del año en la cocina. Sin embargo, y teniendo en cuenta que las cocinas están llenas de aparatos y electrodomésticos que producen calor como el horno, en verano además es recomendable cocinar antes con el microondas o al aire libre o hacerlo durante las horas menos calurosas del día, así evitarás elevar aún más la temperatura de tu hogar. Del mismo modo, cocinar y comer platos fríos te ayudará a llevar mejor las temperaturas sin necesidad de abusar del aire acondicionado.
Utilizar ropa transpirable y ligera durante los días más calurosos hará que no necesites encender el aire acondicionado tan pronto y logres ahorrar algo de energía. Mantener la temperatura corporal será clave para combatir la sensación térmica de las altas temperaturas.
Aprovechando el calor exterior, por ejemplo, puedes secar tu ropa al aire libre, en vez de utilizar la secadora. Ahorrarás energía y, al mismo tiempo, estarás evitando que aumente la temperatura de tu casa con el calor que genera la secadora. Lo mismo puedes hacer con el lavado de los platos, haciendo que se sequen con el aire del ambiente y sin usar el ciclo de secado del lavaplatos.
Las lámparas, los televisores, los ordenadores o los equipos de sonido, por ejemplo, son aparatos que generan calor cuando se están usando. A parte de evitar tenerlos encendidos si no se usan, deberías ubicarlos lejos de los termostatos del aire acondicionado, ya que puede provocar que entiendan que la casa está más caliente de lo que realmente está y gastarás más en aire acondicionado tratando de enfriar la casa.
Siempre que se pueda, desconecta todos aquellos dispositivos que no sea necesario que se queden conectados. Con ello, puedes lograr un gran ahorro energético y económico. Por ejemplo, vacía la nevera y desconéctala, apaga todos los dispositivos en stand-by como la televisión o desconecta totalmente el cuatro eléctrico si no hay ningún aparato que necesites que esté enchufado mientras no estás en casa.
Estos son algunos de los trucos que puedes usar lograr un ahorro energético en verano. Sin embargo, contar con una fuente de energía adaptada a tus necesidades también será clave a la hora de ahorrar energía. Existen distintas fuentes de energía en el mercado, cada una con sus características, ventajas e inconvenientes. Pero, ¿cuál es la mejor? ¿Qué posibilidades existen y cuál se adapta mejor a tus necesidades? Descúbrelo con nuestro comparador de energía. ¡Haz click en el botón de abajo y descárgalo de forma gratuita!
Del mismo modo, si vives en una zona fuera de la red de gas natural, por ejemplo, una de las mejores opciones energéticas con la que lograr un consumo energético altamente eficiente es el gas propano. Comprueba cuánto ahorrarías cambiando a gas propano con nuestra calculadora de ahorro energético y, ¡empieza a ahorrar!