Los super poderes del Autogas
¿Te imaginas conducir un coche que no solo cuida tu bolsillo, sino también el medio ambiente? Si aún no has oído hablar del Autogas, prepárate para sorprenderte. Este combustible alternativo está revolucionando…
Y es que existen numerosas evidencias científicas que garantizan que el acceso a la energía moderna, como la electricidad o el gas, favorece el crecimiento económico, la evolución social y el progreso humano. Gracias a la energía, las empresas pueden producir y las personas pueden disfrutar del confort en sus casas, gracias a la calefacción o al aire acondicionado, por ejemplo. Así, la energía se convierte en un gran aliado para impulsar la economía, la salud, la educación, la comunicación y el abastecimiento, entre otros.
Desde la Revolución Industrial, el consumo energético a nivel global no ha parado de crecer. A lo largo del siglo XX, el uso de los combustibles fósiles se multiplicó por veinte.
En el siglo siglo XXI, los consumos energéticos continúan creciendo. El poder adquisitivo de la población ha aumentado y se han generalizado comportamientos de consumo vinculados a la climatización y a los viajes, entre otros. Además, cada vez somos más dependientes de la tecnología y de los dispositivos electrónicos. Sin lugar a duda, nuestra forma de vida actual resultaría imposible sin un importante aporte energético.
Sin embargo, no debemos olvidar que muchos de los combustibles que utilizamos para abastecer nuestras necesidades energéticas en la actualidad son finitos.
La planificación energética se basa en la previsión de las necesidades energéticas futuras y de las actuaciones que se deben implementar para asegurar su debida atención, garantizando el abastecimiento. La planificación energética también analiza las capacidades del mercado para garantizar el suministro, así como los criterios de protección ambiental oportunos.
Sus objetivos son lograr la reducción de costes, la eficiencia energética, la garantía de suministro eléctrico, fomentar el uso de energías renovables y eliminar las limitaciones estructurales de la red. El documento define el conjunto de refuerzos de la red de transporte eléctrica que deben desarrollarse en un periodo determinado.
La planificación se publica y se puede consultar en la plataforma web del Ministerio para la Transición Ecológica, tras su aprobación por parte del Gobierno en Consejo de Ministros.
España trabaja en la actualidad para aprobar el documento que lleva por título Planificación Energética. Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2021-2026.
Este plan daría el relevo al documento previo: Planificación Energética. Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2015-2020.
El objetivo de la planificación energética propuesta es convertir a la red de transporte de energía eléctrica en un vector clave para la transición energética. La red de transporte propuesta permitirá una integración de energías renovables del 67% en el sistema eléctrico de la Península.
En total, el plan contaría con una inversión de 6.668 millones de euros. De estos, 5.629 millones se destinarían al desarrollo de infraestructuras en los sistemas eléctricos nacionales.
Por otro lado, los 1.039 millones restantes se dedicarían a mejorar las conexiones internacionales de España-Francia por el Golfo de Vizcaya (730,9 millones), Marruecos (233,6 millones), Andorra (14,7 millones), así como la de Norte España-Portugal (59 millones).
En su conjunto, el plan incluye una serie de actuaciones para responder a las nuevas necesidades de demanda energética, que ascienden a cerca de 680 millones de euros.
La Planificación Energética está alineada con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC). Este documento define la estrategia española en materia energética para la próxima década y certifica la implicación del país con los objetivos climáticos acordados en el Acuerdo de París.
El PNIEC tiene como objetivo avanzar en la descarbonización nacional, para dirigirnos hacia la neutralidad climática. En concreto, el documento aspira a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta un 23% respecto a los datos registrados en 1990.
Por otro lado, el PNIEC espera que en 2030 el 74% de la generación eléctrica proceda de fuentes renovables. De la misma manera, este plan pretende lograr una mejora del 39,5% en materia de eficiencia energética.
La planificación energética contribuye, entre otras cosas, a garantizar la disponibilidad energética para las generaciones futuras. Sin embargo, la planificación energética también está estrechamente relacionada con los objetivos nacionales de desarrollo y sostenibilidad.
Poder acceder a una energía limpia, económica y segura es un factor vital de cara a lograr un crecimiento económico sostenible y de cara a favorecer el bienestar de las personas.
Es por ello por lo que la planificación energética nacional está sometida a una evaluación ambiental estratégica, que permite implementar criterios ambientales en la toma de decisiones desde el minuto cero.
En el ámbito energético, existen dos factores fundamentales que conducen a la insostenibilidad: un consumo energético per cápita excesivo y el uso de hidrocarburos como base de nuestro consumo.
Si bien las instituciones tienen un rol importante de cara a impulsar otros modelos de consumo energético, lo cierto es que todos a nivel individual, debemos actuar. El planeta afronta en estos momentos una crisis medioambiental nunca vivida y es responsabilidad de todos cambiar el rumbo de esta situación. Como decía Eduardo Galeano, “mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”.
Y tú, ¿qué medidas adoptas para lograr el ahorro energético y reducir tu impacto medioambiental?