Los super poderes del Autogas
¿Te imaginas conducir un coche que no solo cuida tu bolsillo, sino también el medio ambiente? Si aún no has oído hablar del Autogas, prepárate para sorprenderte. Este combustible alternativo está revolucionando…
La mala calidad del aire, la contaminación, el consumo excesivo de energía, su efecto sobre la salud de la población o los problemas de circulación son algunos de los inconvenientes que genera el actual modelo de movilidad, sobre todo, de las grandes ciudades, basado en el coche privado.
En primer lugar, la movilidad hace referencia a los desplazamientos, tanto de personas como de mercancías, que se producen en un entorno. El modelo de transporte de las últimas décadas se ha basado en el coche particular y en el uso de combustibles fósiles como la gasolina o el gasóleo.
Esto ha generado distintas problemáticas, sobre todo, en las ciudades modernas, como la congestión y su alto impacto medioambiental, social y para la salud de las personas. Como consecuencia, surge la movilidad sostenible como un concepto que busca un modelo de movilidad alternativo más limpio y ecológico.
En este sentido, el vehículo privado es uno de los ejes centrales de los problemas de contaminación y movilidad en las grandes ciudades. En España, por ejemplo, según la Dirección General de Tráfico (DGT) el parque de vehículos en 2019 era de casi 34.500 millones. Relacionado con ello, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDEA), del Ministerio para la Transición Ecológica de España, destacaba que el transporte es el sector que más energía consume en España, alcanzando un 40% del total y que solamente el vehículo turismo representa aproximadamente el 15% de toda la energía final consumida en España.
Ante este modelo de transporte y los problemas que genera para el medioambiente y la salud de las personas, es necesario impulsar iniciativas de movilidad más sostenibles para reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire.
Actualmente, existen distintas alternativas de transporte más sostenibles con las que podemos lograr reducir el impacto medioambiental y sanitario de nuestros desplazamientos.
Aunque pueda parecer obvio, el transporte público es la opción ideal en muchos casos, sobre todo, cuando hay que moverse por la ciudad y para trayectos más largos. Es más rápido que otros transportes, más barato y accesible y evitas tener que buscar aparcamiento, entre otras cosas. Usando el autobús, el metro, el tranvía o el tren, entre otros, estarás contribuyendo a una reducción de las emisiones de CO2 y a una mejora de la calidad del aire.
Desde ya hace un tiempo, por ejemplo, el autobús se ha ido adaptando a las nuevas necesidades y demandas del planeta y los ciudadanos, mediante el uso de carburantes menos tóxicos y con menos emisiones de CO2 e, incluso, el uso de autobuses eléctricos.
Ir andando a los sitios, cuando sea posible por distancia y tiempo, entre otras cosas, siempre será la solución más sostenible. Además de no generar emisiones de CO2 ni tener ningún coste añadido, andar tiene beneficios para nuestra salud.
Otra muy buena opción para moverse por la ciudad son las bicicletas o los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) como el patinete, los scooter eléctricos, los segways o los hoverboards.
Cada vez son más los usuarios que optan por este tipo de transportes, sobre todo, para desplazarse por la ciudad y en distancias cortas, gracias a la autonomía que ofrecen, su rapidez y comodidad. Además de no generar emisiones de CO2, también puedes lograr un gran ahorro económico frente a otros tipos de transporte como el vehículo privado.
A pesar de que el uso de un vehículo privado debería ser la última opción en cuanto a movilidad sostenible, existen algunas formas alternativas de usarlo con las que podemos reducir las emisiones de CO2 y otros problemas derivados de su uso como el tráfico.
Por ejemplo, podemos compartir coche o trayecto, lo que se conoce como carpooling. Con esta modalidad, si diferentes personas salen de un sitio cercano y se dirigen al mismo destino, no será necesario que usen vehículos diferentes. Compartiendo coche, se logrará reducir las emisiones de CO2 que produciría el uso de dos o más vehículos en vez de uno y, además, será más económico.
Del mismo modo, si utilizamos el coche en pocas ocasiones y queremos evitar los gastos que conlleva mantener un vehículo, podemos optar por alquilarlo, es decir, por el carsharing. Siempre que sea posible, además, será una opción aún más sostenible si alquilas un coche eléctrico.
Además de poder usar unos medios de transporte más o menos sostenibles, también existen los combustibles alternativos. Estos empiezan a surgir frente las exigencias, cada vez mayores, de las sociedades ante los efectos de la contaminación y el cambio climático, con el objetivo de desarrollar fuentes de energía más limpias y renovables.
Un ejemplo de ello es el autogas, en la actualidad el carburante alternativo más utilizado en el mundo al ser considerado una de las mejores alternativas para una movilidad más limpia. Así, su papel en la lucha contra el cambio climático y como puente hacia una movilidad más sostenible y ecológica es indiscutible gracias a su infraestructura de suministro, su autonomía y flexibilidad y a que se trata de uno de los combustibles comerciales con menores emisiones.
Además, las ventajas del autogas son múltiples: ahorras en combustible, te permite beneficiarte de las ventajas de las etiquetas ECO, contribuyes a mejorar la calidad del aire y tus hábitos de repostaje y conducción no cambian, entre otros.
En este sentido, con autogas puedes lograr un ahorro de hasta un 40% y reducir las emisiones de tus vehículos. Por ello, en Primagas, comprometidos con la transición energética, ofrecemos autogas a particulares a través de gasolineras en España y a empresas para sus flotas de vehículos ligeros.
También se puede usar el gas natural como combustible para vehículos, ya sea mediante el gas natural comprimido (GNC) o el gas natural licuado (GNL). Ambos son el mismo producto, pero la principal diferencia radica en la manera que se transportan, uno en estado gaseoso y el otro en estado líquido. Igualmente, entre sus principales beneficios encontramos que se trata de un combustible limpio y respetuoso con el medioambiente, que su combustión apenas hace ruido y que es más económico que otros combustibles.
Sea cual sea el actual modo de transporte o combustible que utilicemos, lo que está claro es que el modelo de movilidad está cambiando hacia formas más sostenibles para reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire. En este contexto de transición energética, el papel de combustibles alternativos como el gas será fundamental para dirigirnos hacia una movilidad y un transporte más sostenible.
Y tú, ¿qué transporte sueles usar para moverte? ¿Cómo crees que será la movilidad dentro de unos años?