¿Sabías que este sábado cambiamos la hora?
El próximo 29 de marzo, a las 2:00 de la madrugada hora peninsular, adelantaremos los relojes una hora para marcar las 3:00. Cada año, nos surgen las mismas dudas sobre si dormiremos una hora más o una…
Y es que, junto a la materia prima y a la maquinaria de las fábricas, la energía se establece como una de las fuerzas productivas indispensables de cualquier proceso industrial. Se utiliza, entre otras cosas, para cubrir necesidades de iluminación, para generar fuerza motriz, para generar calor directo o calor de proceso.
Hasta ahora, la electricidad, el gas natural y los productos petrolíferos han sido las fuentes energéticas que más se han venido utilizando en la industria.
En este post reflexionaremos sobre la importancia de alcanzar la eficiencia energética en la industria y compartiremos algunas pautas para lograrla.
Comencemos por el principio… ¿a qué nos referimos cuando hablamos de eficiencia energética? La eficiencia energética consiste en minimizar los consumos de energía requeridos para satisfacer una serie de necesidades específicas.
Las medidas de ahorro y eficiencia energética en la industria comenzaron a impulsarse en los años 70 a causa de la llegada de los primeros problemas de suministro del petróleo debido a factores geopolíticos y económicos. Sin embargo, lo que comenzó surgiendo como un fenómeno puntual, ha pasado a convertirse en una meta estratégica.
Los beneficios de implementar un plan de medidas para lograr la eficiencia energética industrial son muy numerosos. No solo proporcionan un considerable ahorro económico a la compañía, sino que, además, contribuyen a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, altamente contaminantes para la atmósfera.
La crisis climática a la que se enfrenta nuestro planeta ha generado, al mismo tiempo, que se establezcan regulaciones internacionales orientadas a reducir los consumos energéticos de la industria y a minimizar su huella de carbono. Entre ellas cabe destacar:
Las ramas industriales con mayor consumo energético han sido, tradicionalmente, la industria química, la industria del automóvil, la industria de la alimentación y la metalurgia (fabricación y transformación de productos de hierro, acero y ferroaleaciones).
La mayor parte del consumo energético en la industria se atribuye a las necesidades de climatización, maquinaria e iluminación.
Por otro lado, los procesos energéticos más costosos suelen ser aquellos relacionados con la generación de calor.
Como comentábamos previamente, las medidas orientadas a alcanzar la eficiencia energética en la industria presentan grandes ventajas. A continuación, mencionamos algunas de las más destacadas:
Tras repasar los beneficios que nos puede reportar la eficiencia energética, a continuación, procedemos a enumerar algunos consejos para ahorrar energía en la industria:
No se trata de una moda o de un fenómeno puntual. Las instituciones ya han tomado posición y exigen a la industria que trabaje para minimizar su impacto medioambiental y para garantizar la sostenibilidad de los recursos.
En este marco, los grandes consumidores deben ser consecuentes. Elegir un buen suministro energético, eficiente y sostenible, se convierte en un factor fundamental para poder desarrollar con éxito cualquier proceso de fabricación o de transformación industrial.
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