Los super poderes del Autogas
¿Te imaginas conducir un coche que no solo cuida tu bolsillo, sino también el medio ambiente? Si aún no has oído hablar del Autogas, prepárate para sorprenderte. Este combustible alternativo está revolucionando…
La rentabilidad y la eficiencia de algunos negocios como las empresas de reparto, de las empresas de transporte o de los departamentos comerciales, por ejemplo, vendrá determinada en gran medida por las prestaciones de su flota de vehículos.
En este artículo queremos hablarte de los distintos tipos de vehículos de empresa y poner el foco en uno de los combustibles clave para la transición energética: el autogas.
Los vehículos de empresa son aquellos vehículos adquiridos por una determinada sociedad para que puedan ser utilizados por sus empleados. Este tipo de vehículos pueden utilizarse tanto para transportar pasajeros como mercancías.
Las corporaciones suelen adquirir este tipo de vehículos cuando los trabajadores necesitan desplazarse a diario para realizar sus tareas laborales (por ejemplo: un vendedor, un repartidor…).
Una de las grandes ventajas de adquirir vehículos de empresa reside en la deducción fiscal, dado que tanto empresas como autónomos pueden descargarse el gasto derivado de este tipo de vehículos. Además, estos vehículos pueden aparcar en zonas de carga y descarga y pueden reforzar la imagen corporativa de la empresa, ya que suelen estar vinilados.
Para poder diferenciar un vehículo de empresa de un vehículo ordinario podemos fijarnos en varios aspectos como:
Una vez definido qué es un vehículo de empresa, veamos cuáles son los principales tipos que existen en el mercado:
Si necesitas un vehículo para tu negocio, pero aún tienes dudas sobre cómo elegir el que mejor se adapte a tus necesidades y a las de tu actividad, antes es importante fijarse en algunos elementos como:
A la hora de elegir el combustible de nuestro vehículo de empresa se nos presentan varias opciones: diésel, gasolina, vehículo eléctrico, GNV, GLP o autogas…
Precisamente hoy queremos hablarte de este último, el autogas. El autogas es un combustible que combina propano y butano. Estos dos gases se someten a altas presiones hasta pasar a estado líquido, reduciendo notablemente su volumen y pueden adaptarse perfectamente a depósitos de tamaño reducido.
El autogas, también denominado GLP, es un combustible limpio, eficiente, silencioso y económico. Además, su carga impositiva resulta menor que la de otros combustibles, como el diésel o la gasolina, por lo que puede proporcionarte ahorros de hasta un 40%.
Por otro lado, este combustible genera muchas menos emisiones perjudiciales para el medio ambiente, la calidad del aire y la salud de las personas. Los vehículos de autogas reducen sus emisiones de CO2 hasta un 24%, sus emisiones de óxido de nitrógeno hasta un 85% y sus emisiones de partículas hasta un 99%. Así, los vehículos comerciales de autogas te ayudarán a reducir la huella de carbono de tu empresa, lo que reflejará sus valores medioambientales.
Y es que sus ventajas son múltiples. Si quieres conocerlas más a fondo, puedes leer nuestros posts “Autogas (GLP): Ventajas y razones para usar uno de estos coches” y “Coches autogas: crecimiento y novedades del sector”. Además, debes de saber que hoy en día también es posible convertir tu coche a GLP mediante la transformación o adaptación de tu coche de gasolina a GLP. Ello te permitirá utilizar este tipo de combustible sin la necesidad de comprar de un vehículo nuevo.
De la misma manera, para vehículos de mayor tamaño y con mayores necesidades energéticas, existe la posibilidad de decantarse por el Gas Natural Vehicular (GNV). Te contamos más sobre ello en “GLP O GNC: ¿Qué combustible es mejor?” y “Diferencia entre GNC y GNL”.
Sin duda alguna, escoger el tipo de vehículo y combustible que más se ajuste a las necesidades de la empresa será vital para conseguir resultados de eficiencia y rentabilidad. Sin embargo, es importante ser conscientes que, ante la emergencia climática que estamos viviendo, está en la mano de todos nosotros, ciudadanos, empresas y gobiernos, poner nuestro granito de arena y contribuir a ello mediante el uso de energías más limpias y claves para la transición energética como es el caso del autogas.
De la misma forma, no debemos olvidar que el vehículo de empresa proyecta nuestra imagen corporativa. Apostar por combustibles limpios reflejará el compromiso de nuestra compañía con la sostenibilidad energética y medioambiental. Un aspecto, sin duda, cada vez más valorado y apreciado por los consumidores de todos los sectores.