Los super poderes del Autogas
¿Te imaginas conducir un coche que no solo cuida tu bolsillo, sino también el medio ambiente? Si aún no has oído hablar del Autogas, prepárate para sorprenderte. Este combustible alternativo está revolucionando…
El mundo en el que vivimos está cambiando y la sociedad se enfrenta a grandes transformaciones en todos los ámbitos. En lo que respecta al ámbito energético, nos dirigimos hacia un modelo energético descarbonizado, libre de emisiones y liderado por las energías renovables.
Así, los sistemas de almacenamiento de energía se convierten en una gran herramienta para impulsar las centrales renovables, ya que proporcionan un suministro ininterrumpido de energía limpia y garantizan la estabilidad de la red.
En este artículo, queremos ayudarte a entender a qué nos referimos cuando hablamos de almacenamiento energético y qué papel tiene en la transición energética y un futuro descarbonizado.
El almacenamieto energético consiste en una serie de métodos orientados a conservar la energía generada para liberarla y utilizarla, posteriormente, cuando sea requerida. La capacidad de almacenar y de emplear la energía generada permite equilibrar la oferta y la demanda. Además, posibilita la agregación de productores privados a la red y repercute tanto en la eficiencia como en la flexibilidad de los consumos.
Sin duda alguna, el almacenamiento y la acumulación energética resulta clave para lograr una verdadera transformación sostenible.
Lo cierto es que el almacenamiento energético existe desde hace millones de años. Como sabes, la energía presente en la creación del Universo se liberó en formar de estrellas (como el Sol). Ahora, esta energía (lumínica y calorífica) viene siendo utilizada por los seres vivos que habitamos en el planeta.
Con el paso de los años, las civilizaciones humanas comenzaron a desarrollar los primeros sistemas intencionados para el almacenamiento de energía. Así, por ejemplo, se construían presas y embalses para controlar los cursos del agua y poder utilizar su energía, por ejemplo, en molinos de agua para el procesamiento de granos. Por otro lado, se almacenaba la madera o el carbón, dos recursos muy utilizados en la producción energética.
El almacenamiento energético fue ganando peso con la llegada de los combustibles refinados, como el gasóleo y del gas natural. Estas fuentes de energía pueden almacenarse en botellas o en depósitos, ya sea en estado líquido o en estado gaseoso.
El reto, sin embargo, siempre ha sido almacenar la energía eléctrica. Gracias a la innovación y al desarrollo tecnológico, ya existen en la actualidad algunos sistemas de almacenamiento de energía eléctrica. En función de su capacidad, podemos clasificarlos de la siguiente manera:
Se cree que el despliegue de los sistemas de almacenamiento a gran escala en los mercados energéticos crecerá un 40% cada año hasta 2025. Se estima que en ese año estos sistemas podrían ser ya altamente competitivos en términos de coste/producción. De ser así, esto supondría una gran revolución para la cadena de valor del mercado eléctrico.
Por otro lado, también se calcula que, a partir de 2030, los sistemas de almacenamiento energético de escala menor también crecerán de manera significativa.
El almacenamiento energético se apoya actualmente en un conjunto amplio de tecnologías. Algunas ellas cuentan ya con un amplio recorrido y están consolidadas, pero otras están en proceso de desarrollo. Estos métodos se pueden clasificar de la siguiente manera:
Una vez vistos los diferentes métodos existentes para almacenar energía, podemos conocer algunas de las tecnologías más usadas para ello:
La amplia variedad de tecnologías de almacenamiento que existe en la actualidad puede aportar la versatilidad y la flexibilidad que el mercado energético requiere para su progresiva descarbonización, hasta alcanzar la plena neutralidad climática.
Apostar por el impulso del almacenamiento energético implica, además, un conjunto de relevantes oportunidades transversales, como pueden ser:
Sin duda, el desarrollo de sistemas de almacenamiento de energía y de redes eléctricas sostenibles, para uso doméstico e industrial, supone uno de los grandes retos de nuestra sociedad.
En Primagas somos conscientes de la necesidad dirigirnos hacia un sistema energético descarbonizado. Por ello, además de nuestras soluciones de gas propano y Gas Natural Licuado (GNL), hemos introducido en España el biopropano, de origen 100% renovable. Si quieres recibir información adicional no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo a través del siguiente formulario.