Cómo protegerse durante una DANA
Con la llegada del otoño, es común que se presenten fenómenos meteorológicos como las DANA, que pueden traer consigo lluvias intensas y fuertes vientos. Desde Primagas queremos que estéis preparados y…
Lo cierto es que, como consumidores, nos hemos acostumbrado a convivir con esta categorización, pero ¿somos realmente conscientes de su importancia? ¿Sabemos interpretarla?
En este post, trataremos de explicarte en qué consiste la etiqueta de eficiencia energética, por qué es importante y cuál es la información que nos aporta.
La etiqueta de eficiencia energética (EEE) es un sistema de categorización que se utiliza para indicar el nivel de eficiencia energética que se atribuye a ciertos inmuebles, electrodomésticos o equipos de climatización. Es decir, este certificado define, de manera aproximada, cuáles serán los consumos requeridos de energía anual (kWh/año y kWh/m2).
Además, la etiqueta de eficiencia energética también incluye, entre otros datos, información sobre las emisiones de CO2 anuales (kgCO2/año y kgCO2/m2).
La escala de la calificación energética distingue siete grados identificados con letras y colores, utilizándose el color verde para identificar a los equipos altamente eficientes y el color rojo para señalar a aquellos que no lo son.
Con esta etiqueta se pretende que los consumidores tengan en cuenta la eficiencia energética a la hora de tomar una decisión de compra. Por ley, la etiqueta de eficiencia energética debe incluirse en edificios, electrodomésticos y equipos de climatización. A continuación, repasaremos las particularidades de los distintos tipos de etiquetas.
Entre las principales ventajas de la Etiqueta de Eficiencia Energética (EEE) podemos destacar:
Desde su implantación por primera vez hace 25 años, la etiqueta de eficiencia energética ha evolucionado para adaptarse a las distintas circunstancias sociales.
En su primera versión, la etiqueta distinguía siete grados de eficiencia (de la A a la G). Sin embargo, la innovación y los avances en este campo obligaron a crear dentro de la máxima categoría otras tres categorías más: A+, A++ y A+++. Esta nomenclatura resultaba confusa y poco clara.
En este contexto, la etiqueta de eficiencia energética se prepara para volver a su escala inicial, de manera oficial, en marzo de 2021. Se suprimirán las categorías más altas (A+, A++ y A+++) y se recuperan las siete letras correlativas: A, B, C, D, E, F y G.
Las nuevas etiquetas proporcionarán, además, información adicional, relacionada con los consumos de agua, con los decibelios emitidos o con la capacidad de almacenamiento, entre otros. También incorporarán un código QR que dará acceso a una base de datos con más detalles sobre el producto.
Las nuevas etiquetas serán revisadas cuando el 30% de los productos disponibles en el mercado reciban la máxima clasificación (A) o cuando el 50 % se sitúe entre las franjas A y B.
Interpretar la etiqueta de eficiencia energética resulta una tarea sencilla. Al fin y al cabo, ha sido diseñada para que los usuarios y los consumidores puedan procesar intuitivamente la información proporcionada.
Estos son los datos que encontrarás en la etiqueta:
A la hora de comprar un electrodoméstico o de instalarte en una vivienda son muchos los aspectos que deberás tener en cuenta. Uno de los más importantes será, sin lugar a duda, su grado de eficiencia energética.
Los sistemas eficientes no solo serán capaces de proporcionarte un notable ahorro económico en el tiempo, sino que se convertirán grandes aliados para ayudarte a cumplir con los objetivos de transición energética. Estos equipos te ayudarán a minimizar tus consumos energéticos y a reducir tu huella de carbono.
Y tú, ¿qué tipos de electrodomésticos tienes en casa? ¿Prefieres apostar por equipos eficientes?